02/08/2025
El término 'duende' evoca misterio, encanto y una cualidad inefable que permea el arte y la vida. Cuando hablamos de un 'libro con duende', nos adentramos en un universo donde la literatura no solo narra historias, sino que también captura la esencia más profunda de la cultura, las costumbres y la rica mitología popular. No se trata simplemente de una colección de páginas, sino de una obra que respira autenticidad, que posee ese 'algo' inexplicable que atrapa al lector y lo transporta a realidades tanto históricas como fantásticas. En el contexto literario español, el 'duende' se manifiesta de diversas formas, desde la aguda observación social del costumbrismo hasta la vívida descripción de los seres míticos que habitan el imaginario colectivo.

El Duende Literario: Retrato de una Época a Través del Costumbrismo
Para entender qué es un 'libro con duende' en un sentido más profundo y con base en la información proporcionada, es fundamental explorar el Costumbrismo. Este género literario, que conoció su apogeo durante el siglo XIX, se caracteriza por el retrato y la interpretación de las costumbres y los 'tipos' de un país. Lejos de ser un mero capricho estético, el costumbrismo surge en un momento de profundas transformaciones sociales, cuando la burguesía, a menudo imbuida de una melancolía romántica, observa cómo la Revolución Industrial y el éxodo rural a la ciudad amenazan con disolver valores y tradiciones ancestrales. La descripción resultante de esta observación se conoce como 'cuadro de costumbres' si retrata una escena típica, o 'artículo de costumbres' si describe con tono humorístico y satírico algún aspecto de la vida.
A diferencia del Realismo, con el que guarda una estrecha relación, el costumbrismo tiende a quedarse en el mero reflejo o retrato de esas costumbres, sin adentrarse en un análisis profundo o crítico. Esto lo asemeja a los 'cuadros de género' pictóricos, capturando instantes y escenas sin emitir juicios. Sin embargo, su valor es incalculable. Realiza dos aportaciones fundamentales: la primera es documental e histórica, al presentar fragmentos de la vida urbana o rural española del siglo XIX, con un enfoque particular en su cambiante contextura social. La segunda, y no menos importante, es artística, pues desde su seno asistimos al nacimiento de la novela moderna. Se considera, de hecho, que el Realismo, ese vestíbulo de la novela moderna, deriva directamente del costumbrismo.
Los antecedentes del costumbrismo se pueden rastrear hasta el siglo XVII con autores como Santos o Zabaleta, y en el siglo XVIII con Torres Villarroel, Clavijo o Cadalso, así como en dramaturgos como Ramón de la Cruz y González del Castillo. No obstante, su impulso definitivo procede del movimiento romántico, en su vertiente de exaltación de lo típico y nacional. La estructura del 'cuadro de costumbres' es de una flexibilidad asombrosa, permitiendo que muchas de estas piezas sean consideradas auténticos reportajes o encuestas folclóricas. Lo que las une es una clara intencionalidad: el afán de sorprender y de captar algo que se percibe como cambiante y efímero.
Entre los 'costumbristas mayores' del siglo XIX destacan tres figuras fundamentales. Algunos consideran a Sebastián Miñano y Bedoya (1779-1845) como el más antiguo por obras como 'Lamentos de un pobrecito holgazán'. Sin embargo, los universalmente reconocidos son Serafín Estébanez Calderón (1799-1867), Ramón de Mesonero Romanos y Mariano José de Larra. Estébanez Calderón, conocido como 'El solitario', se volcó hacia una España genuina y pintoresca, preferentemente regional, con obras como 'Escenas andaluzas'. Mesonero Romanos, 'El Curioso Parlante', fue el cronista por excelencia de su Madrid natal, abarcando todas las clases sociales, aunque con especial atención a la clase media, reflejado en sus 'Escenas matritenses'.
Pero es Mariano José de Larra quien introduce un contraste notable. Su primer artículo, 'El duende y el librero', apareció en el periódico 'El Duende Satírico del Día' en 1828. A diferencia de Estébanez y Mesonero, que sentían una especie de enamoramiento por la sociedad que retrataban, Larra la aborrecía. Su ideal era la sociedad extranjera, hija de la Revolución, y su obra buscaba impulsar a la sociedad española hacia esa modernidad. Su 'duende' no era el espíritu complaciente que describe el folclore, sino un espíritu crítico y satírico que desvelaba las contradicciones y absurdos de su tiempo.
Después de este trío, numerosos 'costumbristas menores' continuaron cultivando el género, a menudo vinculados a periódicos y revistas. Autores como Antonio María Segovia ('El Estudiante'), Santos López Pelegrín ('Abenámar'), Antonio Neira de Mosquera ('el Doctor Malatesta') y Vicente de la Fuente, entre otros, enriquecieron el panorama con sus descripciones de ambientes rurales, estudiantiles o andaluces.

El costumbrismo, como rasgo del arte español, se inserta en una tendencia más amplia hacia el Realismo, presente desde el 'Cantar de Mio Cid' y prolongándose en obras maestras como 'La Celestina' o 'Don Quijote'. En el siglo XVII, con las directrices de la Contrarreforma, el costumbrismo se acentúa, influyendo en la novela picaresca y el entremés. En el siglo XVIII, el entremés evoluciona a sainete con figuras como Ramón de la Cruz. Ya en el siglo XIX, este elemento adquiere independencia gracias al Romanticismo, plasmándose en el artículo de costumbres y la novela de costumbres, y siendo un componente clave en las novelas del Realismo de autores como Fernán Caballero, Benito Pérez Galdós o Emilia Pardo Bazán. Incluso en el siglo XX, el costumbrismo persiste con los hermanos Quintero, Carlos Arniches, y autores como Camilo José Cela, quien crea el 'esbozo carpetovetónico', una forma de costumbrismo cercana al esperpento.
Libros Habitados por Duendes: La Mitología Popular Española
Más allá de la acepción literaria, un 'libro con duende' puede referirse literalmente a aquellos que exploran o están impregnados de la rica mitología de los duendes y otros seres feéricos que han habitado el imaginario popular durante siglos. La península ibérica, y en particular Extremadura, es un crisol de leyendas y criaturas fantásticas que bien podrían poblar las páginas de estos libros. Aunque hoy en día la creencia en duendes pueda parecer lejana, hasta hace poco era una parte muy arraigada de la cultura popular.
Los duendes son seres menudos, descritos de mil formas: desde enanillos grotescos hasta figuras vestidas de fraile, los 'Frailecillos', que se cuelan por las cerraduras. Su presencia se asocia a menudo con travesuras domésticas, prefiriendo lugares inhóspitos como cuartos oscuros, cuadras o desvanes para revolver objetos y producir ruidos. Deshacerse de ellos es notoriamente difícil, incluso mudándose de casa.
Dentro de la vasta tipología de duendes, se pueden distinguir:
- Duendes domésticos: Son los más comunes, responsables de pequeños desórdenes y ruidos en el hogar.
- Duendes familiares: Mucho más diminutos, se asocian a una persona específica, a la que pueden ayudar o causarle problemas. Se les compara con los 'prakagorris' vascos.
- Duendes con nombres propios y características peculiares: La mitología hurdana, por ejemplo, es particularmente rica en estos seres:
- Duendi Jampón: Diminuto pero con un apetito insaciable, capaz de devorar siete arrobas de comida al día.
- Duenda y Duendi Zunguluteru: Esta pareja no solo revuelve todo, sino que al duendi zunguluteru se le atribuye la causa de retortijones y gases soplando en el oído de los durmientes, o el malestar matutino por 'contar las costillas'. Su compañera, la duenda, roe castañas junto a la lumbre.
- Duendes guardianes de tesoros: Se dice que transforman en carbón no solo el tesoro, sino también todas las riquezas del descubridor si este ignora sus advertencias.
- Duendes veratos: Específicos de la Vera, en Garganta la Olla. Miden unos 40 centímetros, son de color verde brillante por la noche, y huyen rápidamente en zigzag. Tienen la capacidad de imponer juramentos que, si no se cumplen, acarrean la infertilidad a las mujeres.
- Pomporrilla: Un ser femenino diminuto del Valle del Jerte, de aspecto grotesco, tez negruzca, pelo greñoso y una única teta atrofiada. Le gusta hacer trastadas y roer castañas.
Más allá de los duendes, la mitología extremeña nos presenta un elenco fascinante de criaturas que podrían dotar a un libro de ese 'duende' mágico y enigmático:
- Mamarro: Duendes caseros de los Pirineos, que pueden ser ventajosos o traviesos.
- El Lagarto de las Peñas: Un gigantesco lagarto inteligente que imparte justicia cruel.
- La Serrana de la Vera y La Chancalaera: Mujeres de fuerza sobrehumana, hábiles cazadoras y transformistas.
- La Genti de Muerti: Aparición de jinetes ancianos que anuncian la muerte.
- La Procesión de Almas: Similar a la Santa Compaña, almas en pena desfilando.
- Moras y encantadas: Mujeres de singular belleza, a menudo hechizadas, que habitan en castillos o fuentes y guardan tesoros.
- El Machu Lanú: Criatura hurdana con cuerpo de macho cabrío y rostro humano deforme.
- Las Jáncanas y los Jáncanu/Pelujáncanu: Criaturas femeninas horribles y cíclopes gigantes, respectivamente, de la mitología hurdana.
- El Entiznáu: Un gigante oscuro que conjura tormentas.
- Los Mulachinis del Cielu: Pequeños seres que forjan rayos entre las nubes.
Un libro que incorpore estos elementos míticos no solo sería un reflejo de la rica tradición oral, sino que también poseería un 'duende' propio, el de la maravilla y el asombro ante lo desconocido.
Preguntas Frecuentes sobre el Duende y los Libros
| Pregunta | Respuesta |
|---|---|
| ¿Qué es el costumbrismo literario? | Es un género literario, predominante en el siglo XIX, que se enfoca en el retrato y la interpretación de las costumbres, tradiciones y 'tipos' característicos de una región o país, a menudo con un tono humorístico o satírico. |
| ¿Quiénes fueron los principales autores costumbristas en España? | Los considerados universalmente como costumbristas mayores son Serafín Estébanez Calderón ('El solitario'), Ramón de Mesonero Romanos ('El Curioso Parlante') y Mariano José de Larra ('Fígaro'). |
| ¿Qué es el artículo 'El duende y el librero'? | Es el primer artículo conocido de Mariano José de Larra, publicado en el periódico 'El Duende Satírico del Día' en 1828. Se enmarca dentro del género del costumbrismo, caracterizándose por su tono crítico y satírico de la sociedad española. |
| ¿Qué tipos de duendes domésticos se mencionan en la tradición popular? | Se describen duendes enredadores que hacen ruidos y desorden, y duendes familiares muy diminutos asociados a una persona. En Extremadura, se mencionan ejemplos como el Duendi Jampón (glotón), la Duenda y el Duendi Zunguluteru (provocan gases) o la Pomporrilla (en el Valle del Jerte). |
| ¿Existen duendes guardianes de tesoros? | Sí, en la mitología hurdana se habla de duendes que custodian tesoros enterrados en el campo. Si alguien intenta apropiarse de ellos sin seguir sus advertencias, el duende transforma el tesoro y todas las riquezas del descubridor en carbón. |
Conclusión
En definitiva, un 'libro con duende' es aquel que, ya sea a través de la perspicacia del costumbrismo que captura la esencia de una época y sus gentes, o mediante la inmersión en el vasto y enigmático mundo de los seres mitológicos, posee una cualidad vibrante y auténtica. Es un libro que no solo informa o entretiene, sino que resuena con la memoria colectiva y la identidad cultural, dotando a sus páginas de una vida propia que trasciende el mero acto de la lectura. Es la magia de lo inefable, lo tradicional y lo sorprendentemente real que se entrelaza en el universo literario, invitándonos a explorar la riqueza de lo que somos y de lo que hemos soñado.
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