28/06/2025
Marta Minujín es, sin duda, una de las figuras más emblemáticas y fascinantes del arte contemporáneo, no solo en Argentina, sino a nivel mundial. Su nombre evoca color, audacia, irreverencia y una constante búsqueda por desdibujar las fronteras entre el arte y la vida. Pionera de los happenings, el arte de performance y la escultura blanda, Minujín ha forjado una trayectoria inigualable, marcada por la experimentación, la participación masiva y un rechazo consciente al objeto de arte coleccionable tradicional. Su obra, que se expande y se renueva constantemente, invita al espectador a ser parte activa de la creación, transformando la experiencia artística en un evento vibrante y memorable.

Desde sus inicios, Minujín se ha caracterizado por su espíritu transgresor y su capacidad para anticipar tendencias. Su visión ha influido a generaciones de artistas, y su compromiso con un arte democrático y efímero la ha consolidado como una verdadera leyenda viva. Este artículo busca explorar la vida, la obra y el impacto duradero de esta artista multifacética, desentrañando las claves de su genialidad y su incansable energía creativa.
Los Primeros Pasos de una Vanguardista
Marta Inés Minujín nació el 30 de enero de 1943 en Avellaneda, provincia de Buenos Aires, Argentina. Desde muy joven, mostró una inclinación innata por el arte, lo que la llevó a estudiar en la Escuela Superior de Bellas Artes Manuel Belgrano y la Escuela Nacional de Bellas Artes Prilidiano Pueyrredón. Aunque no concluyó sus estudios formales en ninguna de ellas, su talento ya era evidente a los 16 años, cuando realizó su primera exposición. En 1961, montó su primera muestra individual y, gracias a una beca del Fondo Nacional de las Artes, dio el salto a París, la capital cultural de la época.
En París, Minujín encontró un caldo de cultivo para su experimentación. Fue allí donde, inspirada por el nuevo realismo y la cotidianidad, comenzó a crear sus primeras estructuras con colchones. Este material, inicialmente el de su propia cama y luego los que encontraba en las calles parisinas, se convertiría en un motivo recurrente y emblemático de su obra. Los colchones, blandos y maleables, le permitieron explorar nuevas formas y texturas, alejándose de la rigidez de la escultura tradicional. En 1963, realizó su primer happening, titulado La Destrucción. Este acto performático consistió en que sus amigos artistas, entre los que se encontraban figuras como Christo, destrozaran todas las piezas que había creado hasta ese momento. Fue una declaración de principios, un gesto audaz que marcaba su rechazo a la permanencia del objeto de arte y su inclinación por lo efímero y procesual.
La Menesunda: Un Hito Sensorial
Tras su estancia en París, Marta Minujín regresó a Buenos Aires y se integró activamente en la efervescente escena artística del Instituto Torcuato Di Tella, un epicentro de la vanguardia argentina. Fue en 1965 cuando, junto a Rubén Santantonín y en colaboración con un equipo de artistas como Pablo Suárez, David Lamelas y Leopoldo Maler, presentó una de sus obras más icónicas y revolucionarias: La Menesunda. Esta pieza es considerada un hito fundacional de las instalaciones en la historia del arte argentino y latinoamericano.
El título "Menesunda" proviene del lunfardo, una jerga rioplatense, y significa "mezcla" o "confusión", una descripción perfecta de la experiencia que ofrecía la obra. La Menesunda no era una exposición para ser simplemente observada; era un laberinto de 11 "estancias" o habitaciones de diversas formas y tamaños, diseñadas para estimular todos los sentidos del visitante y alterar su percepción de la realidad. Los participantes debían atravesar un túnel de luces de neón que evocaban la bulliciosa calle Florida, una habitación con televisores que reproducían su propia imagen, un gabinete de maquillaje funcional, un dormitorio íntimo y un cuarto lleno de carne cruda. Cada espacio estaba meticulosamente diseñado para provocar sensaciones diversas: desde el olor, el tacto, la vista y el sonido. La obra atrajo a miles de visitantes y generó un revuelo sin precedentes en los medios de comunicación y en el ámbito artístico bonaerense, consolidando a Minujín como una fuerza imparable.
El impacto y el legado de La Menesunda son tan profundos que la pieza ha sido recreada en varias ocasiones, permitiendo a nuevas generaciones experimentar su poder inmersivo. Fue remontada en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, en el New Museum de Nueva York en 2019, y está prevista su exhibición en el Tate de Liverpool, demostrando su relevancia perdurable en la historia del arte.

De Happenings y Obras Monumentales
A finales de los años 60, la trayectoria de Minujín se internacionalizó aún más gracias a la beca Guggenheim, lo que la llevó a dividir su tiempo entre Buenos Aires y Nueva York, sumergiéndose en el vibrante mundo del Pop Art. Durante este periodo, su experimentación con el "arte mediático" se intensificó, creando obras como Minuphone (1967) y Minucode (1969). Uno de sus happenings más notables de esta época fue Three Countries Happening (1966), una operación simultánea en Nueva York, Berlín y Buenos Aires, concebida en colaboración con Allan Kaprow y Wolf Vostell. En ella, entrevistó a celebridades sobre la alienación provocada por los medios, explorando la relación entre el individuo y la comunicación masiva. Otro happening significativo fue Kidnappening (1973) en el MoMA de Nueva York, donde actores recitaban poemas y posaban como esculturas clásicas antes de "secuestrar" a algunos espectadores, difuminando los límites entre la obra y el público.
Muchas de las obras de Minujín buscan desmitificar íconos culturales o históricos, a menudo con un toque de humor y crítica social. Ejemplos claros de esta tendencia incluyen El Obelisco de pan dulce (1979), una pieza para la Feria de las Naciones de Argentina que emulaba el célebre Obelisco de Buenos Aires con pan, que luego fue distribuido entre el público, transformando un símbolo monumental en un objeto efímero y comestible. En 1981, en Medellín, Colombia, realizó Carlos Gardel de fuego, una figura gigante del famoso cantante de tango que fue incendiada, un acto simbólico de destrucción y renovación.
Sin embargo, una de las obras más célebres y con mayor carga política de Marta Minujín es, sin duda, el Partenón de Libros. Instalado por primera vez en 1983 en el centro de Buenos Aires, esta estructura monumental, una réplica del Partenón griego, fue cubierta por 200.000 libros que habían sido prohibidos durante la última dictadura militar argentina, el autodenominado "Proceso de Reorganización Nacional". La obra fue creada para celebrar la ansiada vuelta a la democracia en Argentina, simbolizando la recuperación de la libertad de expresión y el conocimiento. El significado histórico y cultural de esta pieza le valió ser montada una vez más en 2017 durante la feria de arte Documenta 14 en Kassel, Alemania, esta vez utilizando libros prohibidos a lo largo de la historia universal, reafirmando su mensaje atemporal sobre la censura y la libertad.
Otro momento memorable y con un fuerte tinte político-artístico fue el encuentro entre Marta Minujín y su gran amigo, el artista Andy Warhol. En 1985, Minujín se reunió con Warhol en The Factory en Nueva York para llevar a cabo una acción simbólica: ella le "pagaría" la deuda externa argentina con maíz, el "oro latinoamericano". Este gesto, cargado de simbolismo, buscaba ironizar sobre la economía global y el valor de los bienes primarios frente a las grandes deudas internacionales.
Principales Obras y Acciones Destacadas de Marta Minujín
La trayectoria de Marta Minujín está plagada de obras innovadoras y acciones de gran impacto. A continuación, se presenta una tabla con algunas de las más representativas:
| Año | Obra/Acción | Descripción Breve |
|---|---|---|
| 1963 | La Destrucción | Primer happening, donde sus obras fueron destruidas por amigos. |
| 1965 | La Menesunda | Instalación inmersiva con 11 habitaciones para estimular los sentidos. |
| 1966 | Simultaneidad en Simultaneidad (Three Countries Happening) | Happening simultáneo entre Nueva York, Berlín y Buenos Aires. |
| 1979 | Obelisco de pan dulce | Réplica del Obelisco de Buenos Aires hecha de pan, luego distribuida. |
| 1981 | Carlos Gardel de fuego | Figura gigante de Gardel que fue incendiada como performance. |
| 1983 | El Partenón de libros | Réplica del Partenón cubierta con libros prohibidos por la dictadura argentina. |
| 1985 | El pago de la deuda externa argentina a Andy Warhol con maíz | Performance simbólica para ironizar sobre la deuda externa. |
| 2011 | La Torre de Babel | Estructura de 7 pisos hecha con 30.000 libros donados por embajadas. |
| 2017 | El Partenón de libros (Documenta 14) | Recreación de la obra en Kassel, Alemania, con libros prohibidos universalmente. |
El Legado y la Vigencia de Minujín
Marta Minujín no solo ha creado obras de arte, sino que ha construido una filosofía de vida y de creación. Su constante energía, su desparpajo y su compromiso con la experimentación la mantienen activa y relevante. A pesar de su extensa trayectoria, Minujín sigue creando nuevas piezas en su taller de Buenos Aires y mantiene una presencia vibrante en el ámbito público y digital. Su lema, "arte, arte, arte", encapsula su dedicación absoluta a la creatividad y a la idea de que el arte debe estar al alcance de todos, no confinado a los museos.
La obra de Minujín forma parte de importantes colecciones privadas y de museos de todo el mundo, incluyendo el Museum of Modern Art y el Guggenheim Museum en Nueva York, el Centre Pompidou en París, la Tate Modern en Londres, y el Museo Nacional de Arte Reina Sofía en Madrid, entre muchos otros. Su impacto ha sido reconocido con numerosas distinciones a lo largo de su carrera, destacando su impresionante lista de Premios Konex, incluyendo el prestigioso Premio Konex de Brillante 2022 a las Artes Visuales, la máxima distinción otorgada por la Fundación Konex en Argentina. Otros reconocimientos incluyen el Premio Nacional Instituto Torcuato Di Tella (1964), la Beca de la Fundación Guggenheim (1966), el Premio Velázquez de Artes Plásticas (2016) y el Doctora Honoris Causa por la Universidad Torcuato Di Tella (2021).

Su capacidad para reinventarse y su inagotable curiosidad la han llevado a explorar diversas disciplinas y a colaborar con artistas de diferentes generaciones. Minujín ha demostrado que el arte efímero y participativo puede tener un impacto tan profundo, o incluso mayor, que la obra tradicional. Su visión de un arte popular, accesible y en constante diálogo con su entorno la convierte en una figura esencial para comprender la evolución del arte contemporáneo.
Preguntas Frecuentes sobre Marta Minujín
¿Quién es Marta Minujín?
Marta Minujín es una reconocida artista plástica argentina, nacida en 1943, considerada una pionera en el arte de performance, los happenings, la escultura blanda y las instalaciones. Es famosa por sus obras de gran escala, su uso de materiales no convencionales y su enfoque en la participación del público.
¿Cuáles son las obras más importantes de Marta Minujín?
Entre sus obras más destacadas se encuentran La Menesunda (1965), una instalación inmersiva y sensorial; El Obelisco de pan dulce (1979); El Partenón de libros (1983 y 2017), una réplica del Partenón griego cubierta con libros prohibidos; y su performance de Pago de la deuda externa argentina a Andy Warhol con maíz (1985). También son notables La Torre de Babel (2011) y Carlos Gardel de fuego (1981).
¿Cuál es el material favorito de Marta Minujín?
El material favorito y más recurrente en la obra de Marta Minujín son los colchones. Comenzó a utilizarlos en París en la década de 1960, transformándolos en esculturas blandas y maleables, y han sido una constante en su producción artística, simbolizando la comodidad, la intimidad y la maleabilidad del arte.
¿Qué es un happening en el contexto de la obra de Minujín?
Un happening, en el contexto de Marta Minujín, es un evento artístico efímero y participativo que se desarrolla en un espacio y tiempo determinados, involucrando activamente al público. A menudo son espontáneos, impredecibles y buscan romper con la pasividad del espectador, creando una experiencia única e irrepetible que trasciende el objeto artístico tradicional.
¿Cómo ha influenciado Marta Minujín al arte contemporáneo?
Marta Minujín ha influenciado el arte contemporáneo al ser una de las primeras artistas en Latinoamérica en explorar y consolidar formas de expresión como los happenings, las performances y las instalaciones. Su énfasis en la participación del público, la crítica social, el uso de materiales cotidianos y la naturaleza efímera de la obra han abierto nuevos caminos para la creación artística, desafiando las convenciones del mercado del arte y democratizando la experiencia estética.
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