¿Qué es una galada de un libro?

Dominando la Corrección de Galeradas de un Libro

08/06/2025

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En el fascinante viaje de la creación literaria, desde la primera palabra escrita hasta el libro impreso que llega a manos de los lectores, existen etapas críticas que garantizan la calidad y el profesionalismo de la obra. Una de las más importantes, y a menudo subestimada, es la corrección de galeradas. Las galeradas representan esa última oportunidad, ese momento decisivo para pulir cada detalle antes de que tu libro adquiera su forma final en papel.

¿Cómo corregir las galeras de un libro?
¿Cómo corregir galeradas? Ya sé que lo habrás hecho decenas de veces, pero sí, para corregir las galeradas te tocará leer tu libro de nuevo. Lo bueno es que al releerlo maquetado, lo verás de forma diferente y eso te facilitará la tarea de detectar esas erratas puñeteras que se camuflan hasta el último momento.

Son las pruebas preliminares de un libro, ya sea en formato físico o digital, que se generan una vez que el texto ha pasado por la corrección de estilo y ha sido maquetado. En esencia, son un borrador casi terminado, una maqueta visual de cómo se verá el libro. Su propósito principal es permitir una revisión final exhaustiva para identificar y corregir cualquier error ortotipográfico residual y, crucialmente, los fallos de maquetación que puedan haberse introducido en el proceso. Es la etapa donde el corrector profesional realiza su última inspección, y donde el autor también juega un papel indispensable.

Índice de Contenido

El Rol del Autor: ¿Por qué debes revisar tus Galeradas?

Muchos autores se preguntan si su participación en la corrección de galeradas es realmente necesaria, considerando que el texto ya ha sido revisado por correctores de estilo y maquetadores. La respuesta es un rotundo sí. Tu implicación es fundamental, al menos para detectar los fallos de maquetación más evidentes.

Si optas por una editorial tradicional, lo habitual es que te envíen las galeradas de tu libro para tu revisión. Tu tarea será señalar cualquier error que detectes. Una vez que el maquetador los haya solucionado, deberás dar tu aprobación final para que el libro avance a la fase de impresión. Este es tu último filtro antes de la publicación, y aunque confíes en el equipo editorial, tu perspectiva como autor es invaluable.

Por otro lado, si te inclinas por la autopublicación, tu responsabilidad se magnifica. Incluso si has contratado a correctores y maquetadores profesionales, la supervisión final recae enteramente en ti. Eres el garante de que todas las fases del proceso de edición cumplen con los estándares de calidad deseados. En este escenario, tu conocimiento sobre la corrección de galeradas se vuelve aún más crítico.

Independientemente de la vía de publicación que elijas, las galeradas pasarán por tus manos. Es cierto que, si el corrector y el maquetador han realizado un trabajo excepcional, es posible que encuentres poco que corregir. Sin embargo, el texto habrá pasado por múltiples revisiones y manos (las tuyas, las del corrector, las del maquetador), y siempre existe la posibilidad de que algún error haya escapado o, lo que es peor, que un error previamente señalado no se haya solucionado. Por ello, corregir galeradas es esencial para asegurar la máxima calidad en la edición de tu libro.

El Proceso de Revisión: Más allá de una simple lectura

Aunque parezca redundante, para corregir las galeradas te tocará leer tu libro de nuevo. Sé que lo habrás hecho decenas de veces, pero la buena noticia es que, al releerlo ya maquetado, lo verás bajo una luz diferente. Esta nueva perspectiva facilita la detección de esas erratas escurridizas que parecen camuflarse hasta el último momento. A veces, estas solo se revelan una vez que el libro ya está impreso y distribuido, provocando un inevitable sentimiento de frustración. Sin embargo, tu objetivo principal en esta etapa no es solo cazar erratas, sino también localizar los fallos de la maquetación que rompen la estética de la composición y entorpecen la lectura.

Dominando los Fundamentos de la Maquetación

Antes de sumergirnos en los detalles de la corrección, es fundamental comprender algunos conceptos básicos de la maquetación:

  • Fuente: Coloquialmente conocido como el tipo de letra. La uniformidad es clave; los cambios de fuente deben tener siempre un propósito claro para no despistar al lector o dar una imagen poco profesional. No es aconsejable usar más de tres fuentes en un libro, y es preferible que pertenezcan a la misma familia (Serif o Sans Serif).
  • Cuerpo: Se refiere al tamaño de la fuente dentro del texto. Al igual que la fuente, debe mantenerse uniforme. Los cambios de tamaño deben servir para diferenciar secciones, como títulos o notas a pie de página. Generalmente, para lectores adultos se recomienda un cuerpo de 10 u 11 puntos, mientras que en libros infantiles es aconsejable entre 12 y 14.
  • Página Maestra o Página de Maqueta: Son los elementos constantes que aparecen en todas las páginas o en conjuntos de ellas, como el título, el autor, el número de capítulo o el número de página en el encabezado o pie. Cualquier errata aquí se replicará automáticamente, por lo que su revisión es crucial.
  • Tracking (Interletraje): Es el espacio que hay a la derecha de cada letra, afectando la expansión o compresión de un bloque de texto.
  • Kerning (Espaciado): Se refiere al espacio entre dos caracteres individuales. Tanto el tracking como el kerning pueden ser ajustados por el maquetador para solucionar problemas visuales.
  • Caja de Imagen: El espacio delimitado en la maquetación para la aparición de imágenes.
  • Caja de Texto: El espacio delimitado para el texto.
  • Margen: Son los espacios en blanco entre el borde de la caja de texto y el extremo de la página (superior, inferior, externo, interno).
  • Sangría: El espacio en blanco que se deja entre el inicio de una línea o párrafo y la caja de texto.

Si autopublicas, tendrás la libertad de elegir estos parámetros o de asesorarte con tu maquetador. En el caso de una editorial tradicional, es probable que tengan un diseño preestablecido. Tu labor será verificar que los parámetros elegidos se mantengan uniformes y consistentes a lo largo de toda la obra. Si el libro incluye imágenes, asegúrate de que sean nítidas, tengan márgenes uniformes, estén acompañadas del pie de foto correcto y que el criterio de escritura en todos ellos (cursiva, negrita, punto final, cuerpo, fuente, alineación) sea coherente.

La Regla de Oro: Nunca des nada por sentado

Al corregir galeradas, la premisa fundamental es revisar absolutamente todos los elementos que componen la obra, sin pasar nada por alto. Comprueba que la numeración de los capítulos sea correcta, que estos comiencen en una nueva página o no, según lo establecido. Revisa incluso la numeración de las páginas, tanto a lo largo de la obra como en el índice si lo hubiera. Si se alternan fuentes o cuerpos a lo largo del texto, confirma que los cambios se dan donde los has previsto.

Los errores más vergonzosos a menudo se encuentran en los elementos que damos por hecho. Un ejemplo claro es una errata en la portada de un libro de una editorial conocida, justamente en la palabra clave de la obra. El autor, frustrado, confesó que «Corregimos el libro entero mil veces varias personas, pero la portada se hizo a última hora y nadie se paró a revisarla. Yo ni siquiera la vi hasta que se publicó». Si publicas con una editorial, los errores de este tipo recaerán en ella. Pero si autopublicas, la responsabilidad y el impacto negativo serán tuyos. Por ello, ¡revisa hasta el mínimo detalle siempre!

Tres Pilares de la Corrección de Galeradas

I. Párrafos: La estructura interna del texto

La correcta estructuración de los párrafos es vital para la legibilidad:

  • División: ¿La división en párrafos es la correcta? ¿Aparecen juntas frases que deberían estar separadas? ¿Se han unido diálogos de personajes distintos en una misma línea?
  • Saltos de línea: Si has previsto saltos de línea, ¿están donde deben? Si no deberían haber, comprueba que no se haya colado ninguno.
  • Alineación e interlineado: Lo habitual es que el texto esté justificado. Confirma que es así y que ningún párrafo se ha desajustado. De igual modo, comprueba que el interlineado sea uniforme.
  • “Calles” y espaciado: Las “calles” son esos espacios en blanco que se forman cuando coinciden los espacios entre palabras en varias líneas consecutivas, creando vacíos que rompen la estética y dificultan la lectura. El maquetador suele eliminarlas reajustando el tracking, nunca añadiendo más espacios. Estate atento a los dobles espacios, que también deben ser corregidos. De igual manera, fíjate si algunas letras aparecen demasiado espaciadas o comprimidas; esto se soluciona ajustando el kerning.

II. Líneas: Armonía y legibilidad

Presta especial atención a la composición de las líneas para no romper la armonía estética ni distraer al lector:

  • Línea viuda: Es la línea final de un párrafo que se queda sola al inicio de la página siguiente.
  • Línea huérfana: Es la primera línea de un párrafo que queda sola al final de una página.
  • Línea corta: Es una línea que no llega a cinco caracteres y nunca debería ocupar la última línea de un párrafo.

Estas tres anomalías (línea viuda, línea huérfana, línea corta) son antiestéticas y deben ser localizadas y rectificadas antes de la impresión.

¿Cómo corregir las galeras de un libro?
¿Cómo corregir galeradas? Ya sé que lo habrás hecho decenas de veces, pero sí, para corregir las galeradas te tocará leer tu libro de nuevo. Lo bueno es que al releerlo maquetado, lo verás de forma diferente y eso te facilitará la tarea de detectar esas erratas puñeteras que se camuflan hasta el último momento.

III. La delicada División de Palabras al final de línea

La división de palabras con guiones a final de renglón es un aspecto crucial y a menudo complejo. Habrá decenas de cortes a lo largo de la obra, y su revisión es imprescindible:

  • Alineación de guiones: Se debe evitar que se alineen guiones a final de línea. Lo habitual es permitir un máximo de dos, pero esto puede variar según los criterios de cada editorial. Si autopublicas, tú decidirás cuántos guiones permites que se alineen.
  • Alineación de sílabas y palabras iguales: Evita que se alineen sílabas o palabras idénticas al principio o al final de líneas seguidas. Esto puede hacer que el lector se pierda, relea o se salte líneas, además de ser antiestético.

Normas de partición de palabras con guion:

La partición debe realizarse siempre conforme a las normas de ortografía. El guion no puede separar letras de una misma sílaba.

  • Palabras compuestas: La partición puede ser por sílabas o por componentes. Si el guion de partición coincide con el guion del compuesto, este debe repetirse al principio de la línea siguiente, salvo en apellidos compuestos donde la mayúscula inicial evita confusiones.
  • Vocales seguidas: Si una palabra tiene dos o más vocales seguidas, estas no se pueden separar a final de renglón, aunque formen parte de sílabas distintas. Si es compuesta, el corte se hace por sílabas o por componentes.
  • Primera sílaba vocal: Si la primera sílaba de la palabra es una vocal, no puede quedar aislada al final de línea, excepto si va precedida de una 'h'. En palabras con 'h' intercalada, esta no se tiene en cuenta y se siguen las reglas generales.
  • Letra 'X': La 'x' es inseparable de la vocal que le siga (ej: ma-xi-lar). Si va seguida de consonante, forma sílaba con la vocal precedente (ej: ex-po-ner).
  • Extranjerismos: Solo se pueden partir a final de línea si se hace conforme a las normas de su idioma (ej: He-ming-way).
  • Abreviaturas y siglas: Nunca se dividen. Sin embargo, sí se permite la división de los acrónimos incorporados al léxico de nuestro idioma.
  • Expresiones numéricas: Tanto romanas como arábigas, se escriben en la misma línea.
  • Grupos de consonantes: En un grupo de dos consonantes entre dos vocales, una consonante se une a la vocal que la antecede y la otra a la que le sigue (ej: con-sen-so). Excepción: los grupos consonánticos bl, br, cl, cr, dr, fl, fr, gl, gr, pl, pr, tr, que se unen con la vocal siguiente. Los dígrafos (ch, ll, rr) nunca se dividen.
  • Evitar expresiones malsonantes: Además de las normas ortográficas, se debe evitar que del corte resulte una expresión malsonante, aunque la partición sea correcta (ej: espectá-culo).

La Importancia Innegable de la Corrección de Galeradas

Después del arduo trabajo de escribir y corregir un libro, no debes permitir que se publique sin haber comprobado que todo está en perfecto orden. La corrección de galeradas es la última valla, el último control de calidad antes de que tu obra vea la luz. Si te rodeas de profesionales, este trámite será mucho más sencillo. No obstante, es tu responsabilidad tener los conocimientos básicos para detectar cualquier fallo que haya llegado hasta esta etapa final e indicárselos al maquetador de forma clara y ordenada, siguiendo las pautas que te haya proporcionado. Solo así te asegurarás de que tu obra se publique con la calidad que deseas y, lo que es más importante, con la calidad que tus lectores merecen.

Preguntas Frecuentes sobre la Corrección de Galeradas

¿Qué son exactamente las galeradas de un libro?
Son las pruebas preliminares en papel o formato digital de un libro, generadas después de la corrección de estilo y la maquetación, utilizadas para una última revisión antes de la impresión definitiva.

¿Por qué es tan importante corregir las galeradas?
Es la última oportunidad para detectar y corregir errores ortotipográficos y fallos de maquetación que podrían haber pasado desapercibidos en etapas anteriores, asegurando la calidad y profesionalismo del libro impreso.

¿Quién debe revisar las galeradas de un libro?
Generalmente, el corrector profesional realiza una última revisión, pero el autor también debe hacerlo, especialmente para detectar fallos de maquetación. En la autopublicación, la responsabilidad del autor es aún mayor.

¿Qué tipos de errores se buscan en las galeradas?
Se buscan errores ortográficos y de puntuación que hayan escapado, así como fallos de maquetación como problemas de fuentes, cuerpos, márgenes, sangrías, calles (ríos de blanco), líneas viudas, huérfanas y cortas, y errores en la división de palabras al final de línea.

¿Qué es una línea viuda o huérfana?
Una línea viuda es la última línea de un párrafo que aparece sola al inicio de una nueva página. Una línea huérfana es la primera línea de un párrafo que queda sola al final de una página. Ambas son consideradas antiestéticas y deben ser corregidas.

¿Se pueden dividir todas las palabras con guion al final de línea?
No, la división de palabras con guion debe seguir reglas ortográficas específicas, como no separar letras de la misma sílaba, evitar divisiones malsonantes, y considerar casos especiales como palabras compuestas, vocales seguidas, la letra 'x', extranjerismos, y grupos de consonantes.

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